❤️📖DMC LEE: Una antigua fórmula matemática

Un día, mientras ayudaba a su abuelo a limpiar un viejo bote, Elías encontró un papel arrugado y amarillento escondido dentro de una pequeña botella. 

Al abrir la botella vio un mapa dibujado con una tinta casi invisible. Ese mapa no mostraba la típica "X" de un tesoro pirata, sino tres puntos y al pie de la página se leían estas instrucciones:

• «Desde el antiguo faro, camina 80 pasos hacia el este»
• «Desde ese punto, el tesoro se encuentra a 60 pasos directamente al norte»
• «Encuentra el camino más corto de regreso al faro desde el tesoro y habrás resuelto el enigma»

El abuelo, que había escuchado mil historias de tesoros falsos, sonrió con escepticismo. "Otro cuento de piratas, Elías. Esos mapas siempre llevan a la nada."

Pero los ojos de Elías brillaban de emoción. Sacó un cuaderno y un lápiz. "Abuelo", dijo, "esto no es un cuento. Es un problema matemático. Al trazar una línea imaginaria entre los tres puntos indicados se forma un triángulo rectángulo".

El abuelo frunció el ceño. "¿Un qué?", dijo confundido.

"Un triángulo rectángulo, abuelo".  Elías le explicó con entusiasmo: "Mira, la distancia que caminamos hacia el este es un lado, y la distancia hacia el norte es el otro lado. El camino más corto para regresar al faro desde el tesoro es la línea que conecta los dos puntos más lejanos del ángulo recto, a esa línea la llaman hipotenusa."

Con el mapa y su mente trabajando, Elías comenzó a recordar una antigua fórmula para organizar los datos que tenía:

• Lado 1 (este): 80 pasos
• Lado 2 (norte): 60 pasos
• Hipotenusa (camino al faro): Desconocida

Y escribió sobre la arena: 

Sustituyó los valores: 

Calculó: 

Sumó: 

Y finalmente, encontró la raíz cuadrada: 

"¡100 pasos!", exclamó Elías, levantando la vista hacia su abuelo. "El camino más corto desde el tesoro de vuelta al faro mide exactamente 100 pasos".

Aunque aún estaba un poco confundido por las operaciones que realizó Elías, el abuelo vio la determinación en los ojos de su nieto. "Bueno, muchacho, no perdemos nada con intentarlo".

Al día siguiente, Elías y su abuelo se dirigieron al antiguo faro. Siguiendo las instrucciones del mapa, Elías caminó 80 pasos hacia el este. Luego, giró y caminó 60 pasos hacia el norte. Allí, bajo una roca con forma de delfín, no había una "X", pero Elías, confiando en sus cálculos, comenzó a cavar.

A pocos centímetros de profundidad, su pala golpeó algo duro. Con el corazón latiéndole fuerte, desenterró un pequeño cofre de madera cubierto de caracolas. Dentro, no había oro ni joyas, sino un pergamino antiguo con la historia del pueblito conocido como la Caleta del Delfín y un puñado de monedas de plata de valor histórico, más valiosas que cualquier lingote de oro para los coleccionistas.

El abuelo miró las monedas y luego a Elías con una mezcla de asombro y orgullo. "Así que el tesoro no era solo un cuento", dijo el abuelo. "Y tus números... ¡tus números nos llevaron directo a él!"

Elías sonrió. "No fueron solo números, abuelo. Fue el teorema de Pitágoras. Nos enseñó el camino más corto y nos llevó a este descubrimiento."

Desde ese día, Elías fue conocido como el "Matemático de la Caleta", demostrando que las matemáticas pueden ser la llave para desentrañar los misterios más fascinantes de la vida.

Conoce más del teorema de Pitágoras:

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